jueves, 14 de octubre de 2010
FOLCLOR
Folclor
Desde sus inicios el Instituto Etnológico Nacional, distinguió con claridad las tres partes que integran la antropología:
Primero la antropología física, o sea el estudio y comprensión del hombre como ser biológico producto de la evolución. Familiarizado con el concepto de raza, o sea todos los caracteres físicos que atañen tato al fenotipo como al genotipo.
El segundo, la etnografía o el estudio objetivo, auténtico y total de un grupo humano determinado, de una sociedad específica o de una cultura propia.
El segundo, la etnografía o el estudio objetivo, auténtico y total de un grupo humano determinado, de una sociedad específica o de una cultura propia.
Y en tercera instancia la etnología, o sea el estudio comparado para aprehender en forma global la sociedad con su cultura tendiente a
encontrar verdades generales.
También es objeto de la antropología el estudio del Folclor, o saber popular; esos hechos sociales que se presentan en la sociedad del investigador pero cuyo origen se pierde en el tiempo. Tradiciones, leyendas, cuentos, coplas, música, danzas, expresiones de la cultura popular sin autor individualizado constituyen la materia del folclor. Para Colombia, como nación en formación cambiante, con provincias culturales diversas, con aporte de tres vertientes culturales connotadas, la española o europea, la negra o africana y la india o americana, el estudio del folclor constituye un elemento interesante de la antropología.
SOMBRERO VUELTIAO
El sombrero vueltiao, algunas veces conocido como sombrero zenú, es un sombrero típico de las sabanas costeñas de la Costa Caribe de Colombia, y la principal pieza de artesanía del país. Es una prenda que tiene su origen desde antes de la llegada de los europeos en la cultura indígena zenú, asentada en la región del río Sinú. La población de Tuchín, antiguo corregimiento de San Andrés de Sotavento, Córdoba, constituido en municipio en diciembre de 2007, es considerada la cuna del sombrero vueltiao. Se elabora de las hojas de una palma nativa de la región conocida como caña flecha. El Congreso de Colombia lo elevó a la categoría de Símbolo Cultural de la Nación mediante la Ley 908 del 8 de septiembre de 2004
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